Durante los últimos 119 años de nuestra historia, la mujer peruana viene logrando objetivos antes prohibidos e insospechados. Y su participación en diversos espacios impactan de manera positiva en el quehacer general.
No obstante, el viejo machismo continúa presente de nuevas formas; generando nuevas problemáticas sociales.
Empero; qué de las mujeres con discapacidad? Cuál es su situación actual? Cómo perciben a la sociedad peruana y De qué manera participan en ella?
¿Son tan o más vulnerables que otras mujeres?
Hace unos años sostuve conversación telefónica con la profesora Ángela María Pie Albuquerque (persona ciega con epilepsia) acompáñame a conocer la situación de la mujer desde la perspectiva de una señorita con multidiscapacidad:
-Como a eso del medio día procedo a marcar el teléfono fijo, al otro lado del auricular contesta una voz dulce y de culta cadencia; Aló buenas tardes...
-Buenas tardes, disculpe usted. ¿Con la miss Ángela por favor?
-Hola Paolo!
-Entre formalidades y contar las últimas novedades, comenzamos a recordar una triste noticia televisada, y apropósito de aquello, yo tan curioso, emito una pregunta:
-Miss, y cómo será la vida para una mujer con discapacidad?; A propósito de la investigación sobre género y discapacidad que viene realizando mi amiga Elízabeth Caballero.
-Bueno Paolo, estamos más expuestas a la violencia. Debemos cuidar bastante de quién nos enamoramos; porque muchas mujeres con discapacidad son golpeadas, abusadas, se les administran los vienes con negligencia y hasta se les priva de estudiar o progresar.
Una historia que asombra
-Y usted, miss, qué experiencias ha vivido??
-Cuando yo era niña estudié en el colegio especial para niños ciegos y con visión subnormal Santa Lucía, luego pasé a integración bajo la supervición del SASCI; pero mi padre era muy autoritario, y cuando acabé la primaria él no quiso que continuara estudiando. Mi madre insistía en que yo debía rehabilitarme y continuar estudios, pero mi papá no quería.
Estuve 4 años en casa, hasta que mi papá enfermó y murió; es allí que mi mamá dijo: Ahora yo estoy a cargo, te voy a educar. Debemos mencionar que en esa época, ya estaba perdiendo rápidamente la vista, y un año después de mi rehabilitación experimentaría las primeras convulsiones.
Mejoras actuales y esperanzas para el mañana:
-¿Miss, cómo están las mujeres, y qué falta para una buena calidad de vida?
-Paolo, las mujeres ahora trabajuan y deciden, casi todas las niñas estudian; pero todavía prima la falta de respeto hacia nosotras, muchas tienen que asumir el rol de padre y exponerse bastante, otras no son bien atendidas en los hospitales porque hay enfermedades y discapacidades originadas en desequilibrios hormonales propios de las mujeres.
Mucho más hemos hablado, esto merece un segundo artículo.
Ángela Pie es licenciada en Educación Especial con mención en ceguera y baja visión, tiene experiencia en la enseñanza de materias académicas a personas ciegas con discapacidad cognitiva, y trabaja activamente en su parroquia local ejerciendo función de catequista.